Flores con sentido
Un bouquet de flores de Kilodeflor es el resultado del trabajo de muchas personas. Es toda una cadena de valor que empieza desde que se siembra una semilla en el campo, hasta que tocamos a tu puerta para entregarlo. Cada una de estas personas realiza su trabajo con amor y eso se refleja en la calidad de las flores y en lo especiales que son nuestros bouquets. Y aquí te queremos contar por qué esto es tan importante para nosotras.
Trato cercano Cada flor que usamos en Kilodeflor es una flor mexicana comprada a proveedores locales. Creemos firmemente que como empresa somos parte de una comunidad en la que todos debemos apoyarnos. Nos gusta ir al Mercado de Jamaica y tratar directamente con los productores que llegan de diferentes lugares; los vemos cada semana y los conocemos por su nombre. Son nuestros “marchantes” desde hace ya tiempo, y esa relación tan valiosa para nosotras hace que nos guarden sus mejores flores, y hasta que nos regalen un “pilón” de vez en cuando. Es una relación de igual a igual en la que las dos partes nos vemos beneficiadas de manera equilibrada; y nosotras como empresa contribuimos a que los productores regresen a su casa con ganancias justas que se reflejarán en el bienestar de su familia y de su comunidad.
Un país de flores La floricultura en México es una industria que sostiene a muchísimas familias y que da identidad y valor a comunidades enteras, para quienes las flores es mucho más que su trabajo. Es una tradición familiar que proviene de sus abuelos, y que los hace sentir muy orgullosos. Hortensias, dalias, rosas, cempasúchil, claveles, alcatraces, girasoles, el campo en México está lleno de colores. Esta diversidad que nos regala nuestro campo y el amor con el que las cultivan estas familias, nos hace ser un país muy privilegiado en el mundo. A nosotras nos emociona ser parte de esta industria que es tan importante para nuestro país y reconocemos el gran valor que representa el trabajo de todas esas comunidades.
Comprar local contamina menos Comprar a proveedores locales también representa un beneficio para el planeta, y ese es otro principio que para Kilodeflor es muy importante. Importar flores de otros países deja una considerable huella de carbono, ya que requiere más empaques y por lo tanto se produce más basura. Además, el viaje en avión contamina en CO2, y las flores no llegan tan frescas y bonitas como unas recién cortadas a pocos kilómetros del mercado. Por eso, cuando tienes un bouquet de Kilodelfor en tus manos, tienes el resultado de un proceso de producción justo, ético y respetuoso con el medio ambiente. Y eso es algo de lo que nos sentimos muy orgullosas.